mi visión de la media madrid -2011

Esta ha sido una de las pocas veces, creo que la única, que he visto una carrera desde que han aparecido los que iban en cabeza cerca de la meta. Y, claro ha habido cosas que me han chocado mucho.

En primer lugar la ligereza, la amplitud de la zancada, y la sensación que daban de no ir deprisa, casi incluso de que estaban empezanado la carrera en vez de acabándola.

También me ha llamado la atención que en los dorsales de los 20 primeros, o quizá alguno más, llevaban el nombre de la persona en vez del número, que tenían todos los demás.

He visto a un pobre de estos de cabeza, que le dió un calambre en una pierna y se salió de la carrera hacia la acera. Por fortuna todavía estaba en ese grupete que van arropados por los coches de cabeza y le recogieron.

Tambíén me ha sorprendido la cantidad de coches, motos y bicis de la organización que van abriendo camino e indicando quien es el primero o la primera chica... ¡hasta la sexta!

He podido ver también los efectos del cansancio: uno de los 25 primeros iba haciendo eses, como si estuviera borracho. borracho de agotamiento. No sé cómo acabaría.
Algunos preguntando si tenía a alguien cerca, pero no se veía a nadie ni por lo más remoto.

Casi todos los primeros subian por la zona de la derecha, pero a uno le dió por subir por la zona izquierda y nos pilló despistados.

Se escuchaban gritos de ánimo y a mí me dolian las manos de tanto aplaudir.

Y queda la subida de todo el mogollón restante. Algunos tienen buena pinta, otros van casi al límite de sus fuerzas, aunque eso es la imagen que dan desde fuera, que seguro que dentro tenían todavía un motor para lanzarse al sprint un poco más allá.

Es bonito ver aproximarse, entre todos esos rostros anónimos, el de la persona que esperas y comprender esa felicidad que experimenta mezclada con el cansancio, porque es lo mismo que yo he experimentado otras tantas veces.