Necesitaba correr, tanto stress en el trabajo y fuera de él, me estaba pasando factura. No descanso nocturno y contractura de todos los músculos de la espalda, estaban dejándome hecha un asquito.
Tambíen, claro, quería probar mis flamantes brooks.
Así que aprovechando que hoy no llovia, y la temperatura era estupenda, en lugar de la clase de yoga, me he lanzado a correr.
Hoy tocaba dejarse llevar por las sensaciones. Y eso he hecho.
Una delicia pasar al lado de tantas luces azules colgadas de los árboles y esa inmensa luna casi llena, mirandome con complicidad.
Las brooks me encantan. Media hora trotando con ellas, y se nota un gran agarre de la suela al suelo. El pie va muy bien protegido, no se me tambalea, ni he notado molestia alguna en la rodilla de los problemas. Parece que el pie se reconduce por si sólo, de una zancada a la otra y me está cambiando hasta la forma de correr. Antes era como Gozilla, y ahora salgo como impulsada por un resorte ¿tienen muelle?
También me gusta mucho la forma en que se entrelazan los cordones, y la largura de los mismos, porque me permite hacer una doble lazada y todavía sobra para colocar el chip encima y hacerle otra doble lazada ( si, que no me gusta desatar cordones).
El rematado externo y el interno, es impecable, plano, no se nota nada.
El único fallo que he notado es que la parte delantera que es de material cuando se junta con la loneta de arriba lo hace justo dónde a mí me llega el dedo y me resulta un poco incómoda la sensación. Veremos en tiradas largas cómo acabamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario