Poco a poco comienzo a hacer cosas que hasta hace nada me parecian imposibles. Salir a correr con esta niebla, no parece muy sensato, pero ¡mis zapas me llaman! y ¡son tantas las ganas de probar!
Como siempre me autoconvenzo de que al menor síntoma de incomodidad me doy la vuelta y me vuelvo a casita.
Correr con niebla es una sensación maravillosa y extraña. Como estás entre las nubes, es como ir por el cielo, pero... hay que poner mucha más atención al suelo: las hojas resbalan, el suelo está húmedo también, te puedes encontrar de narices contra un árbol que aparece de pronto, o eso que parece un jirón oscuro de un trozo de nube, puede ser.. ¡incluso un horrible grinch! ...¡ un feísimo orco!.. ¡o un repugnante y apestoso troll!
Cualquier cosa parece posible, como en los cuentos de los hermanos Andersen.
Hace más frio del que contaba y me gusta mucho la sensación, pero me pongo a soñar con un chocolate calentito, y decido dar por terminada mi excursión.
te falto decir en ke lugar hiciste la excursion de correr en las nubes.cuanta veces no ha pasado ke te encuentras con un tio ke viene caminando de frente tuyo mirando al suelo y tu distraido con la niebla no lo ves,yo me he dado unos sustos ke pa ke .
ResponderEliminarA mi me encanta, con niebla correr y mas CON LLUVIA.
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