sábado, 7 de enero de 2012

XXIV cross rector uned


Hacía tiempo que tenía pendiente esta carrera. Unas veces por frio y otras por... el caso es que siempre se quedaba en el tientero.

Por fin este año me he quitado la espinita.

Es un cross duro, con unas subidas y unas bajadas muy pronunciadas que te pasan factura si no has entrenado específicamente.  Tenía mil dudas, pero.... podian más mis ganas de correr. Ya me habia perdido la sansil y ... lo necesitaba, sobre todo, psicológicamente.

Muy bien señalado el recorrido, por cierto.

Llegué muy  pronto, casi acababan de poner los cordones del recorrido. Y me encontré con otro corredor madrugador, un tipo realmente encantador, al que llamaré "mi coach", por darme montones de consejos, ánimos y despejar mis dudas de última hora. Así que unimos fuerzas, mientras preparaban el cotarro y nos fuimos a dar una vuelta al circuito, para hacernos una idea de lo que nos íbamos a encontrar después. La inexperiencia hizo que siguiéramos el recorrido al revés. Y si cabe, es todavia más duro. Hacía un frio impresionante. El suelo estaba completamente blanco de escarcha. y acabamos con las zapatillas empapadas y la humedad se calaba a los calcetines. Poco a poco, se iban incorporando más corredores a reconocer el terreno, y, cosa curiosa, nos saludábamos. Por fortuna todavía queda gente estupenda por ahí.

Viendo el recorrido, me dieron ganas de irme a casa, menos mal que mi coach, le quitó toda la importancia del mundo: "venga, que siempre puedes continuar andando". También me animó a calentar y estirar, antes de la carrera. Supongo que eso hizo que tuviera las piernas en óptimas condiciones y el tirón no lo notara. (eso, y las superfriegas que llevo dándome con romero desde que ocurrió lo de la agresión).

A las doce hacía una temperatura estupenda para correr y encima nos pusieron la música de carros de fuego, para animarnos... ¡y surtió efecto!.

Viendo como era el recorrido, fui muy reservona desde el principio. Bueno casi fué una obligación, para dejar que circulara el aire entre una tia que pertenece al grupo de los guarros malolientes, y que haría desmayarse a una mofeta. No conseguía adelantarla, así que aflojé para que circulara el aire, porque el hedor me cortaba la respiración. Aún así, las cuestas eran muy exigentes y en la segunda vuelta me dió flato y creí que tenía que abandonar. Pero afortunadamente, aflojé todavía más el ritmo, y apretándome el lugar con fuerza conseguí que se me pasara. No podia ir en las bajadas a toda velocidad, porque entre la hierba, que eran bastante pronunciadas, y mi calzado que no era específico para estas pruebas, me daba un poco de mieditis.

Acabé asfixiada y totalmente feliz. Esto sí que ha sido un reto superado...  y como siempre sin ayudas, trucos, trampas, ni recortes. Algo que puedo decir con la cabeza muy alta y de lo que puedo presumir, y presumo, en cada competición. La felicidad y el placer que se sienten cuando se supera un reto que se cree inalcanzable, son tan enormes que es dificil encontrar palabras para expresarlos, y todavia es mayor si cabe, cuando el logro lo debes única y exclusivamente a tu propio esfuerzo personal.

Muchos chicos  se habian puesto a lo largo del recorrido para animarnos, ¡qué majetes! ¿verdad?

El número de chicas, era óptimo, para correr. Pero después, en la prueba masculina, pudimos ver, que el número de chicos era excesivo, En algunos tramos muy estrechos tenian que ir en fila india y olvidarse de adelantar. Un par de ellos se pegaron un buen tropezón con una raiz un poco elevada. y otro tuvo que abandonar, por flato. Al final no sé cómo quedasteis porque era un pelín tarde y me tuve que marchar.



Una vez visto el recorrido andando, me pareció tan duro que les comentaba que no iba a repetir la experiencia, pero tras acabar la competición, cambié completamente de idea (para no variar, ja,ja): Tengo que entrenar en condiciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario