jueves, 19 de agosto de 2010

entrenos veraniegos natatorios




Este verano decidí hacer un deporte alternativo, que cuadrara con el buen tiempo: Natación.

De hecho salí a correr como máximo 5km unos cuatro dias y me di cuenta de que cuanto más distancia conseguia nadar, menos distancia conseguia correr. ¿No se supone que los deportes son complementarios? No entiendo nada.

Comencé mis entrenamientos poco a poco, 8 vueltas el primer dia, 16 el segundo y así cada dia incrementando lo que podía, ya que la piscina media 12m y el tiempo máximo que podía estar en ella, era poco más de media hora. En un par de ocasiones conseguí superar las 100 vueltas. La primera vez que lo logré, me puse muy contenta y escribí la experiencia tal y como ahora la transcribo:

Las 10 primeras vueltas, me cuestan un montón. Parece que los musculos de mis brazos son incapaces de resistir ni una brazada mas, me pesan como plomo. Pero las 10 siguientes parece como si se desentumecieran. Voy entrando en calor, y el agua ya no me parece tan fria. En la treintena, casi pierdo la cuenta, al ponerse un vecino a competir conmigo, en dos vueltas le saco media piscina de diferencia, y decide salirse del agua, con las orejas gachas. Soy muy mala, pero él es peor. Llego a cuarenta. Sus tres hijos adolescentes me miran desde el Solarium. Me encuentro muy bien a pesar del acelerón. Decido hacer 10 más. Llegan otros vecinos más, y yo sigo contando las vueltas al llegar a cada extremo. Vuelve a interrumpirme una vecina, que se interpone, en mi calle de entrenamiento, con toda la piscina que hay libre! Hay que fastidiarse!. Su retoño veinteañero se tira a bomba. Sale de nuevo mi instinto depredador y le miro como un cocodrilo a su aperitivo. 51, ahora no puedo retirarme. Sigo nadando sin meter la cabeza, es demasiado peligroso con tanto salvaje suelto, y mi cuello se resiente. 65, parece que todos los incordiantes deciden salirse a admirarme desde fuera de la piscina. 70, me encuentro muy bien. Mi record son 83, decido llegar a 85, los alcanzo y no me noto cansada, llegando a 91, son 1km. Sólo de pensarlo me da un subidón de energía. 92, 8 mas y llego a 100. Este pensamiento me da alas en los brazos. Estoy feliz, otro vecino se tira al agua y me saluda. "Llevo un kilometro" - le contesto. En realidad es más, pero sólo quiero seguir y seguir. Alcanzo los 100. Y estoy tan feliz que no noto el cansancio. Dos vueltas de relajación y me salgo. Los mirones, se marcharon hace rato. Objetivo superado. Otro dia, otro objetivo.

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