CITIUS,ALTIUS, FORTIUS
¡qué bonito lema!
El esfuerzo como norma, la superación como meta.
Cada cuatro años los mejores deportistas de todos los paises y los cinco continentes, se juntan para mostrar entre ellos y a todos los demás quien es el mejor. Es algo magnífico que nos une a través de la historia de los tiempos.
Un sueño magnífico de fuerza, honra y honor que llena el pecho de orgullo, mientras suenan los timbales y las trompetas de los héroes que están en el podium.
Cuerpos esculturales cincelados a golpe de duro entrenamiento.
¡Gloria a esos hombres ungidos por los dioses del olimpo!
¡Ceñid sus cabezas con el laurel del triunfo!
¡Extended una alfombra para que sus pies no toquen el duro suelo! ¡Inscribid sus nombres en placas de oro para que se inmortalicen sus nombres y sus hazañas!
¡Iluminad sus caras con la antorcha del fuego eterno!
Pero algo distorsiona. ¿Qué es ese bombo en lugar de un timbal? ¿qué es esa fanfarria en lugar de los clarines?
Los dioses se rien de esos humanos que intentan escalar el Olimpo y siempre les pide algo a cambio.
Cada uno de ellos sabe lo que les ha ofrecido a cambio de un efímero instante de gloria. A cambio de ser la admiración de los demás. A cambio de los aplausos. A cambio de las risas. A cambio de las sonrisas...
Y los dioses no olvidan, antes o después, se cobrarán su deuda.
http://es.eurosport.yahoo.com/olimpiadas/destacados/mejores-momentos/
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