miércoles, 27 de enero de 2010

entrenamiento

Ayer el profe de yoga nos dió un palizón con los ejercicios. Puedo afirmar que he estirado hasta los músculos de las pestañas, sí, ya sé que las pestañas no tienen músculos, pero es que hemos estirado todo lo estirable y más allá.

Consecuencia: hoy estoy con agujetas por todos lados. es una hermosa sensación. Me encantan los ejercicios que nos propone este profe, aunque produzcan estos efectos secundarios.

Por cierto, que me recordaba a las posturas que ponen los patinadores sobre hielo, así que es curiosa la forma en que beben unos deportes en otros, o cómo todo está interrelacionado.

Y además bajé el tiempo de llegada, en unos segundos, y eso que con el suelo medio nevado y presuntamente resbaloso iba con mucho cuidado, pero las zapas se agarran al suelo de maravilla.


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