Hay veces, que las cosas tienen distinta perspectiva, dependiendo del cuándo, cómo las realices, o de cuándo y cómo las expliques. Y sino, leed...
En una cuesta con una acera estecha, en la que por un lado están los coches aparcados en bateria, y por el otra los setos alcanzan una altura de 1.80m, intentamos pasar casi a la vez:
- un perro con su amo, bajando la cuesta
- un ciclista, subiendo la cuesta
- un par de viejecitas gorditas, subiendo la cuesta
- una corredora subiendo la cuesta
--¡Cuidado, cuidado! -- le digo al del perro para que se aparte, y con un respingo consigo pasar.
Seis zancadas más adelante, la acera se estrecha cosa de un metro. Por mi izquierda aparece una rueda delantera de una bici, no la he oido venir.
Cuando el sillín del ciclista "mudo", llega a mi altura, estamos casi llegando a la altura de las viejecitas. Ven, igual que ví yo, una rueda que les sobrepasa por la izquierda, y se ponen un poco a la derecha, y se paran.
-¡Cuidado, cuidado! - les digo mientras cojo a una de los hombros y hago un requiebro torero para no chocarme con ella.
-¡Cuidado, cuidado!- me replica con desdén la vieja toda enfadada.
Yo no es que sea Speedy Gonzales, precisamente, subiendo cuestas, pero el bicicletero, iba casi a mi velocidad.
Le adelanto. Me vuelve a adelantar. Le adelanto. Me vuelve a adelantar. Le adelanto. Me vuelve a adelantar.
A todo esto mudo el tio.
Comento esta peripecia en el trabajo y un ex-corredor, que ahora se dedica a pasear a su otoñal bebé, me hace reflexionar sobre el hecho de que cuando uno hace algo, parece que se escuda en eso de:"cuidado, cuidado", como si todos los demás nos tuviéramos que replegar.
---Hombre no es eso-- le replico-- es un aviso de que alguien te va a adelantar para que tengas en previsión que alguien va a hacer una maniobra.
---Pués si a mi niña se le cae el chupete, me paro en seco para ponérselo y el de atrás que tenga ojos y previsión.
---Parece mentira que tu hayas sido corredor y digas eso. Hay veces que uno va sin fuerzas y mira las posibles opciones pero es dificil prever los cambios instantáneos intempestivos.
---¡Pués que aprenda!
---¿Llevándose a tu cria por delante?, por ejemplo,¡ es que dices unas cosas...!
--- Estudiando todas las posibilidades antes de hacer algo y no diciendo: "cuidado, cuidado", que con eso no se arregla el problema.
Hay muy buen rollete, entre mis compis, con lo que cambiamos de tema, para no llegar a mayores.
Pero me hizo reflexionar y plantearme de nuevo por dónde ir a entrenar sin que me molesten y sin que yo moleste a otros, y también sobre las distintas perspectivas que se tienen de algo, según el grado de implicación que se tenga en ese algo, ¿no es hilarante?. (Bueno, en casi todas, porque la historia del cínico cretino cobarde psicópata-degenerado-esquizo-paranoide que me hostiga, es deleznable lo mires por donde lo mires)
En cualquier caso, tiene dificil solución en una ciudad abarrotada.
yo cuando voy a adelantar a viejecitas,bicicletas,perreros,entes ke se mueven a baja velocidad y estorban en mi camino mientras voy corriendo simplemente zapateo con fuerza como matando hormigas con los pies para hacerme notar y ke me abran paso, nunca me falla.
ResponderEliminarEs una buena estrategia, aunque conmigo no funciona seguro, porque no voy silenciosa precisamente: -- los perreros (qué buen nombre), se quedan pasmados mirándome y el chucho, no falla ni uno, se acerca a mi lado, las intenciones no las sé, pero los gritos que pego son de película. --las viejecitas/tos, oyen el ruido y siempre, pero siempre, se paran para mirar para atrás. -- los entes que van despacio... mejor no hablar de ellos... -- y las bicis, son un peligro, tanto en carretera como en la acera (ni se las ve, ni se las oye venir), a ver si cambian la ordenanza y les hacen ir con un cenceerro (ayer sin ir más lejos, casi vi un atropello de un ciclista que se saltó el semáforo, y se echó encima de un par de viejecitas que iban cruzando correctamente) lo que les pudimos chillar todos al ciclista, ya te lo puedes imaginar.
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